EVASORES FISCALES
España, un país con una población de 47.265.321 de habitantes (2012); su superficie tiene 504.645 Km².
España, a nivel mundial se ha convertido en el paradigma de país conocido por su corrupción política, por sus mentiras y por la impunidad con la que estas criaturas codiciosas campan a su libre albedrío por todo el territorio nacional.
La verdad se elimina, se oculta o se tergiversa. Se torpedea a todo aquél que intenta hacer prevalecer la justicia y la verdad. Si con suerte, huevos y perseverancia logras llegar a los estamentos superiores de justicia (Constitucional, Supremo, Audiencia Nacional y Audiencias Provinciales), no te va a servir para nada, porque te vas a encontrar con personas afines a los intereses del partido, que convertirán tu esfuerzo en una tarea estéril.
Estas personas suelen estar al servicio servil del Sistema Financiero y de la clase política española. Aquellas que no acatan la servidumbre…, son defenestradas…, más tarde o más temprano.
Por eso se pelean (como perros por un hueso) los partidos por imponer a “sus hombres de confianza”, para que todo siga tal como está…
Creo que de lo dicho hasta aquí, todos los ciudadanos somos conscientes…; la mayoría no estamos de acuerdo con este erial en que están convirtiendo a España, y la minoría nunca lo va a admitir porque vive de puta madre a base del esfuerzo de los demás.
Pues bien, si en un país como España, con sus tropecientos millones de habitantes, sus tropecientos juzgados, impera este Estado de cosas, imagínate…, actual o futuro y muy querido evasor fiscal, lo que puede pasar en un país de unos pocos acres, como por ejemplo uno de esos países de juguete (no lo digo con desprecio, sino por referencia a su tamaño), que vive de puta madre sirviendo de cueva de Alí Babá a los insignes evasores fiscales, expoliadores de la riqueza y trabajo de otros pueblos.
Una de las pocas excepciones a estos países (por tamaño, obviamente) de juguete es la de Suiza, que además de medir su superficie en hectáreas o kilómetros cuadrados, fabrica relojes y chocolate.
Imagino que tendrás claro que cuando firmas (¡o has firmado!) un contrato de impunidad fiscal con ellos, dicho contrato queda amparado bajo la jurisdicción territorial del país de juguete en cuestión.
También deberás de ser consciente, apreciado evasor fiscal, de que en un país de juguete, física y operativamente no puede haber más de dos o tres juzgados…, cuatro, y a lo sumo diez.
Y si en un país como España, pasa lo que pasa con la Justicia, ¿qué crees que pasará con ella en un país de juguete…, con juzgados de juguete?
¿Qué te pasaría si tuvieras o tuvieses algún problemilla con ellos, y quisieras sacar tu dinerete? O simplemente necesitases urgentemente de liquidez, y… ¡no pudieras retirar tus fondos!
¿Tendrías los cojones suficientes para hacer público tan salvaje ultraje? ¿Te arriesgarías a que tus familiares, tus amigos, tus conocidos y tus vecinos te señalaran por la calle con el dedo diciendo…
…“Miradle, ahí va… ¡el evasor fiscal! Con lo buen chico que parecía, y lo arregladito que iba asiduamente. Siempre tan agradable y simpático…, con su pelo engominado y su bronceada tez… ¡y yo que quería que se casara con mi preciosa hija del alma!?
Un caso parecido le ha ocurrido a nuestra querida y sufrida Ministra de Sanidad, Ana Mato. La pobre pensaba que a su ex (Jesús Sepúlveda) el dinero le llovía milagrosamente del cielo, y que los regalitos y las facturas las pagaba el Arcángel San Miguel. En la última aparición del Arcángel, fue impelida a la separación para evitar males mayores al PP, y para no ser señalada con el dedo por la calle…
“Miradla… ahí va…, como si nada hubiera pasado…, como si nada fuese con ella…, pobrecilla, lo que ha debido de sufrir…, engañada por las burdas mentiras de su marido… ¡menos mal que se le apareció el Arcángel San Miguel!”
Que dicho sea de paso, es la táctica que se suele utilizar en Génova: apartar los frutos podridos que hayan sido cogidos in fraganti delicto, para preservar la pretendida sana apariencia pública del resto de la fruta.
Eso sí, con toda la cara dura que les caracteriza, las frutas podridas que han sido cogidas in fraganti delicto, son apoyadas hasta el final contra viento, marea y evidencia…, hasta que la evidencia se hace rematadamente pública…, pública hasta decir basta…, basta porque ya es bastante con las aplastantes pruebas…, ¡entonces viene el reniego y la excomunión! ¡La especie tiene que sobrevivir a toda costa!
Bueno…, que me estoy yendo por los Cerros de Úbeda. Sigamos con nuestros queridos y sufridos evasores fiscales…
Dentro de los honrados evasores fiscales, habría que diferenciar dos niveles:
a) Nivel iniciático: es aquel nivel al que pertenecen todos aquellos que habiendo trabajado duramente durante toda su vida, están hasta los cojones de ver cómo viven a su costa tantos políticos (y su entorno) y financieros chorizos. ¡Estos tienen redención…, cuando en España impere la Justicia!
b) Nivel máster: es aquel nivel al que pertenecen los parásitos cerdos hipócritas y esclavistas. En este nivel no encontrarás ningún ser humano. Estos cerdos se caracterizan, además de por su hipocresía y parasitismo, por su aversión al trabajo honrado, y por su querencia sin límite a la especulación y a la riqueza ajena (consiguiendo ésta de muy diversas formas: leyes laborales que les permiten hacer lo que les salga de los huevos con los que realmente trabajan y levantan el país, leyes que permiten que empresarios honrados se vayan a pique, leyes amañadas a la carta para las élites financieras, políticas y religiosas, etc.) ¡El abanico para robar nuestros esfuerzos es muy amplio!
Un paradigma del nivel máster, lo tenemos en Gerardo Díaz Ferrán. Todo un ejemplo de empresario honrado y transparente, y un excelso líder cruzado de la CEOE durante 3,5 años.
Aquí tenemos unas brillantes, sesudas, meditadas y ejemplares declaraciones de este pájaro de altos vuelos, que hacen suyas muchos otros (de vuelos más bajos y de vuelos superiores):
http://es.wikiquote.org/wiki/Gerardo_D%C3%ADaz_Ferr%C3%A1n
¡Haber cuando convertimos a España de una puta vez en el paraíso fiscal que todos los españoles nos merecemos, y por un lado conseguiremos que no salga más dinero de La Patria, retornando el que ha salido de ella, y por otro, que Suiza y sus satélites traigan aquí el suyo!
Además, subirá nuestro nivel de vida de forma especulativa y escandalosamente lujuriosa…, a base de las riquezas y esfuerzos robados a otros pueblos.
¡Qué menos…, para un país del mundo occidental que se precie, y con tan rancio abolengo a sus espaldas!
Pero como yo soy de los que piensan que el movimiento se demuestra andando, y porque no quiero que pienses que está en mi ánimo el asustarte o causarte sobresalto infundado alguno, querido evasor fiscal...
¡Para muestra…, un botón!...
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